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Friday, November 02, 2007

TU TIENES LA PALABRA


Aquí estoy destino...

Otra vez ahogada en el recorrido de la madrugada.

Porque disfrutare de un mañana, ¿sabes?...

Y otra vez por el torrente de mi sangre

destila la corriente pura y rectade mi callejón hacia la vida.

Y aquí voy con mi ramillete

de ilusiones terminadas

y pasiones concebidas,

hacia la encrucijada horizontal de mi nostalgia.

Y me aguarda la vida para transportarme hacia las alturas

De tu amor disimulado

Y podremos volar hacia los deleites de pasadas alegrías

O regresaremos a quedarnos en definitiva soledad

Tú tienes la palabra

Maria Soledad Lanas Varela
21 de Octubre de 2007

2 comments:

Anonymous said...

Me encanta tu poema te mando mi saludo con un beso.

Un beso.

Al anochecer, una madre acuna a su hijo,
entre dulces susurros de cuentos.
Y con la ternura de un beso, el niño sueña.
El mejor final de una caricia, un beso.

La luna mira a dos jóvenes amantes,
que por primera vez sus labios se traban,
con su fugaz beso de caramelo la luna brilla.
El mejor final de una caricia, un beso.

Al encontrármela, un beso en la mejilla,
inesperado, deseado beso de mi amiga,
un tierno beso de dulce sabiduría.
El mejor final de una caricia, un beso.

Que triste sería la vida sin un beso.
El niño sin el beso tierno de su madre.
El amante sin el beso de caramelo.
Y yo sin tu beso de dulce sabiduría.

Un beso es suficiente para alegrar la vida.
Hay besos de ternura, hay besos de pasión,
y el dulce beso de sabiduría de una amiga.
El mejor final de una caricia, un beso.



Un beso por Manuel Barranco Roda.
De mi Libro La rutina concertida en poesía.

Anonymous said...

Gracias por pasarte por mi blog, te encontré por causalidad, explorando. a mi me gusta mucho la poesía como a ti, yo también he escrito un libro. Me gusta mucho como escribes. Yo, soy Aprendiz, tú, eres una maestra. Te mando un poema haber si te gusta.
Las últimas rosas de Octubre.

En le rosaleda el viejo rosal sufría
las copiosas lluvias de un añejo Octubre.
El viejo rosal de Alejandría sufría
el triste otoño, evocaba el suave calor.

Viejos rosales firmes y desprendidos
son de tallos largos y verdosos.
Los fuertes tallos crecen hacia el cielo,
las hojas se rinden al viento en otoño.
De hojas de color verde amarillento,
las rosas son medianas, muy fragantes,
con pétalos apretados de color pálido.

Rápido llegara el gélido Noviembre,
y la inmensa rosaleda abra que podar.
Los apretados pétalos de la rosa
sufren el fuerte viento del triste otoño.
Las ultimas rosas de Octubre se resisten
a dejar de florecer, protegiéndose
de la vida con afiladas espinas.

Corto una rosa solitaria del rosal,
todavía huele a la suave primavera.
Me evoca a una sabia rosa de Mayo,
Por su fragancia a frescura y libertad.

Las últimas rosas de Octubre por Manuel Barranco Roda.
De mi Libro la rutina convertida en poesía